lunes, 19 de julio de 2010

La próxima vez, menú infantil

Hace un mes estuvimos de boda. Era una de estas bodas a las que tienes que ir por compromiso, y  no familiar. Se trataba de unos amigos a los que no vemos desde hace mucho, mucho tiempo, con lo que la relación es apenas inexistente, pero, claro, como en su momento éramos muy amigos y ellos vinieron a nuestra boda... Y  a esto había que unir que la boda no era en Madrid y teníamos que desplazarnos un pueblo de Segovia... Además, era un jaleo, porque la ceremonia civil era en un pueblo, el banquete en otro y la posterior celebración en otro, cogiendo el coche para todo. Nosotros, como íbamos con el Gordito, decidimos ir sólo al banquete, pobrecito mío, le utilizamos de excusa para irnos pronto...

Pero, bueno, lo que no puedo entender es el afán de ostentación que tienen algunas parejas en sus bodas. Puedo entender que gente que se mueve en un determinado ambiente, en una determinada clase social, acostumbrados a ciertos lujos, opten por un menú más refinado. Pero lo que me cuesta entender es que gente de clase media se empeñe en "deleitar" a sus invitados con platos tan exquisitos que se quedan con hambre. Sí, creo que sabemos a qué me refiero, esos platos tan raros y esas raciones tan pequeñas que no sabes por dónde coger... Y como hay que ser original, ni tarta nupcial ni nada... Pero si esas tonterías son las que más gustan en las bodas!!!

De aquí el título del post: mi hijo fue el que mejor comió: embutido de primero y un filete con patatas de segundo. Así que en la próxima boda, lo tengo claro, si no quiero tener que pedirme una pizza al llegar a casa, que me pongan un menú infantil!!!

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