viernes, 30 de julio de 2010

Tareas domésticas

Estoy indignada. Solicité una beca para la guardería del Gordito, y ayer me llegó un sms para que mirara mi puntuación. Obviamente, al estar en el paro, no me la han concedido, pero lo que me indigna no es eso.
Por situación laboral no nos han dado ningún punto, ya que mi marido trabaja a jornada completa y mi situación laboral es: TAREAS DOMÉSTICAS!!!! Y se quedan tan anchos... A ver si la Comunidad de Madrid se entera: mi situación laboral es DESEMPLEADA.
No entiendo como en una sociedad tan pretendidamente igualitaria se atraven a indicar que mi situación laboral es de tareas domésticas. Y si mi marido fuera el que se encuenta en el paro, ¿también indicarían tareas domésticas? Ja!
Me gustaría poder decir algo más, pero sería acordarme de madres que no tienen la culpa e insultos que no deben tener cabida en este blog.

miércoles, 28 de julio de 2010

En la piscina

Ayer hizo un año justo que nos mudamos a nuestra actual casa y una de las principales novedades era que tiene piscina, lo que se agradece muchísimo, sobre todo en esta época del año.
Una de las ventajas es que somos muy pocos vecinos y difícilmente coincides con ellos, por lo que la mayoría de las veces parece que tienes una piscina privada.
Hace poco coincidí con unos vecinos, un matrimonio, podríamos decir de mediana edad, aunque tirando a mayores. Yo estaba leyendo tranquilamente un libro y ella se puso a hablar por el móvil, y yo, no es que sea cotilla, pero no podía evitar escuchar la conversación. Ella le contaba a un amigo/a que estaba en la piscina ya que hacía mucho calor, pero que no le gustaba mucho tomar el sol, que no lo aguantaba, vamos. Después se puso a hablar de un libro de un tercero que, según ella, era de metafísica de andar por casa. Y, sintiéndolo mucho, ahí tuve que desconectar, ¿metafísica? ¿en la piscina? Sí, es que tengo unos vecinos muy cultos, y como una es del montón...
Y menos mal que a esta buena mujer no le gusta tomar el sol, porque desde entonces la veo muchos días pasando las horas muertas en la piscina, al sol cual lagarto...

lunes, 19 de julio de 2010

La próxima vez, menú infantil

Hace un mes estuvimos de boda. Era una de estas bodas a las que tienes que ir por compromiso, y  no familiar. Se trataba de unos amigos a los que no vemos desde hace mucho, mucho tiempo, con lo que la relación es apenas inexistente, pero, claro, como en su momento éramos muy amigos y ellos vinieron a nuestra boda... Y  a esto había que unir que la boda no era en Madrid y teníamos que desplazarnos un pueblo de Segovia... Además, era un jaleo, porque la ceremonia civil era en un pueblo, el banquete en otro y la posterior celebración en otro, cogiendo el coche para todo. Nosotros, como íbamos con el Gordito, decidimos ir sólo al banquete, pobrecito mío, le utilizamos de excusa para irnos pronto...

Pero, bueno, lo que no puedo entender es el afán de ostentación que tienen algunas parejas en sus bodas. Puedo entender que gente que se mueve en un determinado ambiente, en una determinada clase social, acostumbrados a ciertos lujos, opten por un menú más refinado. Pero lo que me cuesta entender es que gente de clase media se empeñe en "deleitar" a sus invitados con platos tan exquisitos que se quedan con hambre. Sí, creo que sabemos a qué me refiero, esos platos tan raros y esas raciones tan pequeñas que no sabes por dónde coger... Y como hay que ser original, ni tarta nupcial ni nada... Pero si esas tonterías son las que más gustan en las bodas!!!

De aquí el título del post: mi hijo fue el que mejor comió: embutido de primero y un filete con patatas de segundo. Así que en la próxima boda, lo tengo claro, si no quiero tener que pedirme una pizza al llegar a casa, que me pongan un menú infantil!!!

viernes, 16 de julio de 2010

Me, myself & I

Esto de estar en el paro es una auténtica faena (por no utilizar una palabra malsonante), y no hablo sólo de la falta de ingresos económicos. Llevo 6 meses inactiva y mi vida es como una montaña rusa llena de “loopings”: paso de la depresión total a la absoluta tranquilidad.

Hay días que amanecen despejados, con buena temperatura y previsiones de pasar la mañana tranquilamente en la piscina, leyendo un libro, o dedicándome tiempo a mí misma (que eso viene bien siempre), convertirme en una mantenida y disfrutar de las “marujeces” de la vida.

Pero hay otros días en los que las nubes del fracaso se ciernen sobre mi conciencia. ¿Para esto estudié 5 años una carrera? ¿Para esto estuve 10 años trabajando en la empresa, dándolo todo por ellos? ¿Para que no me dieran ninguna alternativa y tuviera que irme? Ah, sí, me dijeron que me iban a llamar para que trabajara para ellos como free lance y yo, tonta de mí , me lo creí… porque al final contrataron a una agencia que les cobra un pastizal, pero bueno, esto da para otro post, así que no adelantemos acontecimientos…

Se me olvidaba comentar un detalle, tengo un precioso hijo de 2 años y medio y todos estos acontecimientos me han confirmado que la famosa teoría de la conciliación de la vida laboral y personal es un cuento de hadas.