miércoles, 2 de febrero de 2011

Miedo al paso del tiempo

Últimamente, cada vez que paso por el colegio me entra un sensación de angustia y me entran ganas de llorar. El Gordito entrará en el colegio el próximo septiembre y no sé si será mayor cambio para él o para mí.
Me entristece que tenga que dejar su guardería, con sus amigos y sus profes y lanzarse a lo desconocido. Pasará de un cole pequeñito, a un cole muy, muy grande, con niños de su edad, pero también con niños muy mayores. Afortunadamente, durante los primeros años están semi apartados, pero eso no me tranquiliza.
Hasta ahora ha tenido su pequeño mundo, su casa, su cole, su espacio y ahora va a ir a otro sitio con gente que no conoce. La verdad es que, cuando le cambiamos de guardería no lo notó y se adaptó perfectamente. Pero de eso habrán pasado casi dos años y ya sabemos lo que cambian los niños en estas edades.
Y por supuesto, me da mucha pena porque mi bebé ya no es tan bebé. Tiene tres añitos, tres añazos, pero parece que fue ayer cuando nació. También me lamento de no tener otro bebé con el que disfrutar todo lo que he disfrutado con él. El otro día, en un episodio de Mujeres Desesperadas, Lynette sentía lo mismo, su pequeña (la quinta, jeje) ya se hacía mayor y lamentaba no tener más (aunque en esta serie todo es posible).
El paso del tiempo es inexorable, te lo puedes tomar mejor o peor, pero no podemos hacer nada por impedirlo. Así que tendré que hacer de tripas corazón y llevarlo lo mejor posible, seguir disfrutando de cada momento y recordar cuando era un recién nacido que podía acunar fácilmente entre mis brazos...