lunes, 1 de noviembre de 2010

Cabezonerías

Hoy el Gordito estaba comiendo estupendamente, unos coditos con tomate, para dar más detalles. Pero, de repente, se le han cruzado los cables y ha dejado de comer...
- Venga, come un poco más...
- ¡No!
- Vamos, Gordito, que si no no vas a poder leer los cuentos nuevos...
- ¡No! (como se puede comprobar, está en una fase muy negativa)
Después de cientos de "¡No!" y alguna que otra amenaza, le he llevado a su habitación, para que recapacitara, el famoso "rincón de pensar". Al minuto, he ido a la habitación y le he preguntado:
- ¿Vas a comer?
- ¡NO!
Y me ha cerrado la puerta en las narices. He vuelto a repetir la pregunta y él ha vuelo a repetir la respuesta...
Finalmente, ha salido de la habitación, ha vuelto a sentarse en la mesa y le he preguntado:
- ¿Vas a comer?
Y la respuesta, es fácil de adivinar:
- ¡NO!
Y ha cogido, ha salido de la cocina, se ha metido en su habitación y ha cerrado la puerta...
Nos ha dejado a cuadros, y nos hemos echado a reir... Estos mocosos... no llega a tres años y es cabezón como él sólo, no quiero ni pensar lo que nos puede deparar el futuro, no muy lejano...

Bueno, finalmente, ha comido, ha leído los cuentos y se ha ido a echar la siesta... un poco de paciencia es a veces la medicina que necesitan estos niños...

4 comentarios:

  1. jajajaj un poco no, kilossssssssss de paciencia jajajja

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  2. Vaya carácter, maja!!!! Nada, nada, una buena dosis de paciencia y de buen humor para bregar con el Gordito seguro que viene bien...

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  3. Es increíble cómo pueden alardear tan pequeñajos del carácter que tienen, verdad?
    Ánimo!

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  4. Desde hoy seguimos tu blog, pasate por el nuestro lazosbebes.blogspot.com

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