lunes, 18 de octubre de 2010

Mariposas en el estómago

Esta mañana, mientras salía del metro, me he sentido sola. He visto a una madre de la mano de su hijo y rápidamente lo he comprendido. Me faltaba la mano de mi Gordito. Parece mentira, pero me he acostumbrado tanto a él, a llevarle en su carrito, en su triciclo, con la bici, de la mano, tirando de él, en brazos, etc., que, ahora, al ir sola, me sentía vacía. Y unas mariposas han llenado mi estómago.

Era como el sentimiento de las primeras veces que quedas con alguien, algo que la rutina hace que desaparezca, pero es un sentimiento tan bonito, como las palabras que suelen describirlo, mariposas en el estómago.

Algún día me tendré que acostumbrar de nuevo a que mi pequeño quiera ir solo y se suelte cada vez más de mi mano, que se aparte de mi lado, incluso, que no quiera salir conmigo a la calle. Pero, mientras tanto, habrá que aprovechar...

2 comentarios:

  1. uff, si, menos mal que esa sensación se acaba pasando... luego van llegando "otras mariposas" pero dicen que es ley de vida, habrá que asumirlo
    beso!

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  2. para mi lo más duro fue la vuelta al trabajo tras la baja de 4 meses. Era como que pasabamos de ser uno a ser dos...Aun lo llevamos regular los dos, no te creas, pero cada vez mejor.

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