sábado, 11 de septiembre de 2010

El mito de la conciliación

La liberación de la mujer supuso su incorporación al trabajo. La incorporación de la mujer a la vida profesional remunerada supuso, no un cambio de roles, sino un papel más para la mujer, es decir, que además de asumir las funciones de su carrera profesional, tenía que seguir desempeñando las tareas del hogar, si no todas, la mayoría, porque el hombre aunque colabora cada día más, no suele ser lo que se podría denominar como un auténtico compañero de tareas.

En la sociedad actual si una mujer antepone su carrera no se la suele ver como a una mujer de éxito, sino como a una ambiciosa sin sentimientos. Por el contrario, si prefiere volcarse en su familia o centrarse en su maternidad, es prácticamente una fracasada.

Encrucijada

Entonces, ¿qué se supone que debe hacer la mujer liberada? Ante todo, mirar por ella misma y decidir lo que ella prefiera, que será la decisión acertada. Incluso, puede intentar hacer las dos cosas, y aquí es donde, desgraciadamente más problemas va a encontrar.

Ni los planes de conciliación impulsados por las empresas presuntamente concienciadas con estos asuntos ni las acciones emprendidas por el Ministerio de Igualdad español consiguen la conciliación real entre la vida familiar y profesional.

¿Responsabilidad social?

Por un lado, están muchos empresarios, que pregonan a los cuatro vientos lo socialmente responsables que son, pero a la hora de implantar esas medidas realmente en su empresa no lo ven tan claro. Ni a la hora de promocionar a las personas (ya sean madres o padres, en esto no hay discriminación) que tienen fuertes dependencias familiares.

Por ejemplo, la reducción de jornada por maternidad, contemplada en España como un derecho hasta que los hijos cumplan 8 años. Y esa reducción en la jornada laboral conlleva, naturalmente, una reducción de sueldo, pero no conlleva necesariamente, una reducción en el trabajo que la persona saca a diario.

Es más, en la mayoría de los casos, las trabajadoras afectadas por una reducción de jornada por maternidad realizan el mismo trabajo que el resto de empleados. Por tanto, es, si se permite la expresión, un chollo para los empresarios, ya que pagan menos por el mismo trabajo, y como siempre, el único perjudicado es el trabajador. Sin embargo, las trabajadoras con reducción de jornada por maternidad son vistas por los empresarios como una lacra.

Teletrabajo


¿Y el teletrabajo? Otra utopía. En España no hay una concienciación generalizada sobre la realidad y la necesidad del teletrabajo. Muchos todavía piensan que el trabajo en casa es una forma más de fomentar el absentismo laboral y que realmente no se trabaja.

Pero esas mismas personas no se dan cuenta de que muchas veces es una necesidad y la única forma real de conciliar las dos vidas de la personas. Pero las empresas se suelen negar a conceder esta opción, pese a que las funciones del puesto de trabajo lo permitan.


Y por otro lado, están las administraciones públicas. Hablando por ejemplo del Ministerio de Igualdad, una de las últimas noticias que ha dado es la propuesta de prohibición de algunos cuentos clásicos considerados sexistas, como Blancanieves. La posición de la mujer en estos cuentos es de sujetos totalmente pasivos, que viven esperando a que llegue el príncipe azul y les salve de la bruja.


En la actualidad, la posición de la mujer/madre trabajadora es la de un sujeto pasivo, esclavizado por el trabajo y que espera que llegue la encarnación de su príncipe azul, es decir, el Ministerio de Igualdad, para que la salve de su aterradora situación.


¿Qué deparará el futuro?

Puede que esos cuentos sean sexistas, pero es a lo que la sociedad va a tener si no se realizan acciones que realmente favorezcan la conciliación. Si la mujer no puede compatibilizar su vida profesional con la personal, tendrá que quedarse en casa para cuidar de su familia y cuando quiera reincorporarse a las empresas tampoco querrán incorporarla porque o habrá estado muchos años fuera del mercado laboral o será “mayor” para el puesto.


Al final, no le quedará otra opción que quedarse en casa, tal y como lo hicieron sus abuelas. Al final, la liberación de la mujer la volverá a esclavizar.

Pero, pese a estos datos, la mujer española sigue apostando por la maternidad, tal y como muestra el Informe Nacional sobre la Infancia y la Maternidad en España 2010, realizado por Chicco, donde se refleja que el 54% de las mujeres españolas de entre 18 y 45 años ya son madres y que el 46% piensa tener hijos en el futuro. Por el lado contrario, sólo el 13% de las encuestadas ni tiene ni desea tener descendencia.

2 comentarios:

  1. opino como tu, la conciliación no existe en este país para la mujer, somos el chollo padre para el estado y esta situación será difícil de cambiar mientras esta sociedad tenga la mentalidad de hace 50 años, pero cuando no interesa avanzar es complicado cambiar mentalidades, que estamos mejor que antes, no me cabe duda, por lo menos ahora somos libres (más o menos)...
    Beso!

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  2. Ains...vaya temita. Es obvio que la conciliación no existe, que tenemos q elegir, que una media jornada no es solo menos trabajo y mismo sueldo, sino también una crucecita que te va a poner la empresa...Y al mismo tiempo nuestros hijos son nuestro sy solo serán pequeños ahora. Yo estoy amargadita con este tema, la verdad.

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